Cafes Cantantes
El Café Cantante es un local donde se despachaban bebidas y se ofrecían recitales de cante, baile y toque flamencos.
Su auge ocupa la segunda mitad del siglo XIX.
José Blas Vega, estudioso del Flamenco que ha investigado en este tema, centra la época del Café Cantante entre 1847 y 1920. Entre los años 20 comienza su decadencia, entre otras razones, por la aparición de otros espectáculos que compiten con él (por ejemplo, el cinematógrafo).
Para analizar el papel que estos locales desempeñaron en el desarrollo del flamenco, recogeremos las opiniones que han expresado algunos musicólogos e investigadores del tema; según éstos (recogemos opiniones de Julián Pemartín, José Blas Vega, Manuel Ríos Ruiz y Manuel García Matos):
El café cantante constaba de un salón amplio, decorado con espejos y carteles de toros. Disponía de un tablado para llevar a cabo las actuaciones.
Además solía tener cuartos reservados para reuniones privadas y fiestas, así como algunos palcos, para mejor contemplar el espectáculo.
La aparición del café cantante en España responde a un fenómeno común en Europa durante esos años. Se dieron en todas las provincias españolas, aunque variaba el tipo de espectáculo que se ofrecía, ya que no estaban exclusivamente dedicados al flamenco.
A los artistas les supuso cambios importantes:
Se consolida el profesionalismo flamenco. El primer cantaor profesional que registra la Historia es Silverio Franconetti.
Aumenta el número de cantaores.
Los cantaores adquieren mayor dominio del oficio.
Toma importancia el aspecto económico: cobraba más el que mejor cantaba.
Algunos cantaores imprimieron su personalidad a determinados cantes y se crearon escuelas.
Aparecen dos tipos de cantaores:
Generales, los que cantaban de todo.
Especialistas, los que dominaban un cante o estilo concreto.
Dentro de estos últimos los había:
Largos, si dominaban el estilo con todas sus variantes.
Cortos, si sus conocimientos eran más escasos.
En cuanto al acompañamiento, también sufre transformaciones, ya que desaparecen los instrumentos de orquesta que acompañaban primitivamente al cante y queda sólo la guitarra.
Con relación a los públicos, los cafés cantantes crearon afición al Flamenco, ya que lo pusieron al alcance de gran número de personas.
Les dejo aqui algunos de aquellos cafés cantantes andaluces:
CÓRDOBA: Salón Recreo, Café del Gran Capitán.
ALMERÍA: Café Santo Domingo, Café Lyón D’Or.
GRANADA: Café de Cuéllar, Café Suizo.
PUERTO DE SANTA MARÍA: Café del Navío, Café del Refugio.
JEREZ DE LA FRONTERA: Café del Condo, Café de la Vera-Cruz.
CÁDIZ: Café de la Jardinera, Café del Perjil.
MÁLAGA: Café del Turco, Café de Chinitas.
SEVILLA: Café del Burrero, Café de Silverio.
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