Evolución del flamenco
Raíces del flamenco
Actualmente, se afirma categóricamente, desde diversos círculos académicos, que el flamenco tuvo su génesis entre los gitanos de Andalucía y se define como una variación de acordes, compases y melodías originarias de otras regiones de Europa, Asia o del norte de África.
Estudios etnográficos como los de Antonio Mandly o Blas Infante apuntan a varias influencias en la configuración de los pilares flamencos.
Una de ellas es la oriental, con la llegada al sur de España de los pueblos fenicios y cartagineses, lo que ha aportado interesantes matices dramáticos al cante y al baile.
Otra influencia es la griega, que ha configurado la arquitectura de los aspectos melódicos y la propia escala musical (escala menor o descendente); atributos que también se pueden apreciar en la música hindú, transmitida por los sirios.
No obstante,a la cultura árabe se la considera un pilar en la contribución del desarrollo del folclore.
Bajo estas breves pinceladas se presenta harto complicado afirmar y argumentar que el flamenco de Andalucía pudiera ser similar a alguna música romaní de otros países por los que pasaron los gitanos.
Así que ¿por qué se creó el flamenco solo en Andalucía si todos los gitanos provenían de la misma parte del mundo? Siga a continuación esta concatenación aromática y se percatará de los ingredientes del caldo de cultivo para esta nueva música: tartesios, íberos, fenicios, romanos, visigodos, judíos y, como se ha apuntado ya, los musulmanes.
Además, el magnetismo de la Andalucía occidental para los europeos de los siglos XVI, XVII y XVIII, principalmente Sevilla y Cádiz, hizo de este enclave un lugar propicio para su desarrollo.
La cultivada disciplina, que nacía del pueblo en los albores del siglo XIX, es oficialmente un arte impregnado de una etiqueta: la universal.
Su fuerza comunicativa y su poder de encuentro en tres pilares (canto, música y danza) permite al ser humano manifestar sus sentimientos en un hecho social de extraordinaria belleza capaz de calar tan profundo en otras culturas que incluso ha cimentado a algunos de los más reconocidos profesionales de este arte en países de culturas tan variopintas como la del Japón.
El flamenco fue reconocido el pasado noviembre por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad subrayando que este arte siempre ha mantenido vivas la esencia y el vigor de la tradición.
De la cultura populara la aristocrática. La frontera −añádase cultural− como la define Strassoldo sería aquel fenómeno que divide y une, que cohesiona el interior y lo vincula con el exterior, y que simboliza un nexo y una puerta.
Los límites de este arte ahora solo se intuyen, sin fronteras conceptuales ni físicas.
Seguiremos con el informe sobre la evolución del flamenco como arte en próximos artículos.
Descubre los mejores tablaos de flamenco y espectáculos de flamenco en Flamenconline.