PETENERAS
Procedencia: Cádiz
Cante con copla de cuatro versos octosílabos que al cantarse se convierten generalmente en seis por repetición de uno de ellos y el añadido de otro ajeno a la copla.
Es uno de los palos más curiosos del flamenco. Su historia es incierta, aunque hay consenso acerca de que su nombre procede de una cantaora nacida en Paterna de Rivera (Cádiz), conocida como La Petenera.
Está adscrita a una cierta superstición, ya que sus primeras letras versaban sobre entierros y funerales, y la mayoría de los gitanos sigue sin aceptarla. Es un cante antiquísimo, incluso procedente de las llamadas plañideras, pero su aflamencamiento no se produce hasta finales del siglo XIX, cuando Medina el Viejo crea la hoy llamada petenera chica. Posteriormente, La Niña de los Peines gesta una versión más ornamentada y de difícil ejecución que hoy se conoce como petenera grande. Se acompaña por arriba y su compás es relativamente libre, porque en algunas partes se sujeta a un 6/8.
POLO
Procedencia: Málaga
Cante con letra de cuatro versos octosílabos, que riman el segundo y el cuarto Presenta numerosas afinidades musicales con la caña y surge como estilo flamenco a principios del siglo XIX, si bien con el nombre de polo también existían anteriormente unas canciones folclóricas bailables con acompañamiento de vihuelas, panderetas y laúdes Su invención se atribuye al rondeño Tobalo, aunque muchos expertos no están en absoluto de acuerdo con esta premisa Actualmente es un cante no muy usual, que comienza con un «ayeo» que sirve de temple y se suele rematar con la llamada soleá apolá de Triana, pues el polo pertenece a la familia solearera Se trata de un cante algo más libre que la caña en cuanto a las posibilidades de improvisación del cantaor, pero lleva un compás muy remarcado de ¾ Entre los primeros cantaores que la literatura cita como grandes maestros de este estilo están Tobalo, El Planeta, El Fillo, Curro Durse, Antonio Chacón, Pepe el de la Matrona, Antonio Mairena y Fosforito
Procedencia: Granada
Cante de origen gitano en el que un grupo de hombres y mujeres dispuestos en una rueda celebran un ritual con resonancias religiosas La rueda se pone en movimiento siguiendo el ritmo de los panderos y del cante Es eminentemente folclórico, muy emparentado con la zambra
Véase corrido gitano/ En los últimos tiempos Antonio Mairena llamó romances a unos cantes por bulerías al golpe acompañados a la guitarra por arriba que seguían siempre la misma estructura melódica y que, según el citado cantaor, interpretaban antiguamente los Mellizos y el Chiclanita, entre otros
Procedencia: Cádiz
Cante con copla de cuatro versos octosílabos casi siempre con rima asonante en los pares Es una cantiña propia para bailar que tuvo su origen en Sanlúcar de Barrameda de manos de Romero el Tito Se baila de forma parecida a las alegrías, pues tiene el mismo compás, pero se diferencia de ellas en la melodía
Procedencia: Cádiz
Cante con copla de cuatro versos octosílabos con rima asonte en los pares Pertenece a la familia de las cantiñas y pudo haber nacido en Sanlúcar de Barrameda Se trata de un cante con estribillo muy parecido a las alegrías que actualmente está casi en desuso Fosforito lo grabó en varias ocasiones
Cante de origen folclórico con copla de cuatro versos generalmente hexasílabos Es de procedencia hispanoamericana y se popularizó en Andalucía en la época de los espectáculos de variedades, momento en el que los cantaores flamencos la adaptan a los tiempos del tango Una de las primeras en grabar la rumba fue La Niña de los Peines Posteriormente han surgido otras dos escuelas de este palo, una en Cataluña :rumba catalana- y otra en Madrid :Caño Roto- El Pescaílla y Peret son los principales representanes de este estilo en Barcelona, mientras que Manzanita es el más conocido rumbero de la capital de España