Las peteneras siempre han tenido una fuerte ligación al mundo supersticioso, ya que la gente afirmaba que todos los que las interpretaban tenían mala suerte poco después. Es un palo muy sentimental con letras tristes a la par que sombrías.
¿Qué son las peteneras?
Las peteneras son un palo flamenco y están compuestas de un compás de cuatro versos de ocho sílabas que, al cantarse, suelen convertirse en seis repitiendo uno y añadiendo otro después del grupo. Los tiempos de las peteneras se rigen por los compases 6/8 y 3/4, poniendo sus acentos fuertes de la siguiente manera: 1-2-3 1-2-3 1-2 1-2 1-2.
Se cree que el canto incomprensible, la entonación lenta, solemne, emocional y a veces sentimental, siempre envuelto en leyendas, es la razón por la que los gitanos siempre han tenido “mala suerte”. Los cantaores de Calés, por tanto, evitan cantar o incluso oírlo.
¿Cuál es el origen de las peteneras?
Las peteneras existían en la música antes de que se adaptara al flamenco. Según algunos investigadores, las peteneras están relacionadas con las zarabandas. El nombre proviene de una cantaora de Paterna de Rivera que se hacía conocer por el nombre de «La Petenera» a finales del siglo XVIII.
Respecto al origen de las peteneras, como ocurre con otros palos de este arte, no existe un consenso entre los entendidos y conocedores del flamenco. Hay gente que opina que su origen está en América, donde también se le llama petenera a un estilo de música y baile garrocho, propio de la región de Veracruz, en México. Sin embargo, otros señalan que el origen de este estilo es español.
En aquella época se creía que las peteneras eran de origen sefardí por las varias referencias contenidas en varias letras, como lo demuestra este ejemplo: “dónde vas bella judía…”. Sin embargo, la teoría más fuerte es aquella que sitúa sus raíces en los sones de Veracruz, conocido como peteneras, con armonía y melodías muy similares al estilo que conocemos hoy en día.
Principales características de las peteneras
Las peteneras son un palo del flamenco que tienen una estructura rítmica común a muchos otros palos del flamenco y se basan en un compás de los que se conocen como “de amalgama”, “hemiolia” o directamente “ritmo de petenera”. Su compás de 12 tiempos está dividido en dos partes, de 6×8 y 3×4. La melodía es métrica y en ella no hay melismas solo exceptuando una escala ascendente que es propia de las petenera flamenca más larga sobre la letra “a”.
Estilos de peteneras
Existen dos estilos de peteneras: antigua y moderna, que a su vez se dividen en corta (chica) y larga (o grande). A Medina el Viejo se le atribuye la definición de la petenera flamenca hacia 1880, modelo popularizado posteriormente por Antonio Chacón y que también realizó La Niña de los Peines.
Lo normal es que las peteneras cortas tengan 7 tercios, aunque Pepe de la Matrona las divide en 9 y 8 según repita más o menos determinadas frases. Pero en la petenera de la Niña de los Peines y Chacón, excepto en el séptimo compás, se observa el uso de la quintanilla y ritmo libre, que se convierte en una amalgama: 6×8 y 3×4, con 9 tercios.
Temáticas de las peteneras
Las peteneras normalmente tratan temas de arrebatos amorosos, desamores y también despechos, por lo que cuenta con un gran sentimentalismo.
Dificultad
Como cante, se puede considerar como uno de los estilos más duros y de difícil interpretación.
Tono de las peteneras
Es uno de los pocos palos del flamenco en los que su ejecución se hace en modo menor, con una rueda armónica muy distinguible que se apoya en la cadencia flamenca andaluza, recorriendo los tres modos que se emplean en el flamenco. Su letra utiliza una cuarteta.
Vemos que las peteneras, con sus diferentes estilos (antigua y moderna), es uno de los palos más conocidos del flamenco, muy emocional y romántico con temáticas amorosas y de despecho. No hay consenso con respecto a su origen, muchos hablan de un origen americano mientras que otros apuntan que su origen es español, proviniendo su nombre de la región andaluza de Cádiz. Frecuentemente asociadas a malos augurios, son interpretadas en un tono menor cosa poco común entre los palos del flamenco. Por otro lado, tal y como hemos comprobado, su compás, conocido como de amalgama, consiste en 12 tiempos divididos en dos partes, de 6×8 y 3×4.
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